Manglares

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Los bosques de manglares están formados por arbustos y árboles que toleran la sal y que crecen a lo largo de las costas tropicales y subtropicales. Los manglares en la franja o a lo largo de las costas suaves inundadas por las mareas diarias son los más comunes, aunque los manglares también se encuentran a lo largo de los estuarios de los ríos, las cuencas y otros entornos (PNUMA, 2020: 3).

Los bosques de manglares están formados por numerosas especies, y los tipos dominantes cambian en función de su posición relativa respecto al mar. A nivel mundial, la extensión de los manglares se redujo entre 1997 y 2016 de 18,3 millones a 8,3 millones de hectáreas, en gran parte debido a la conversión del uso de la tierra, la contaminación, la sobreexplotación y el cambio climático (El conten ido dibid.:5).

En los lugares donde se han perdido los manglares, las áreas que anteriormente estaban protegidas se enfrentan a una exposición a los desastres naturales considerablemente mayor (los manglares atenúan las olas, retienen el suelo y actúan como cortavientos). La pérdida también priva a los manglares de su función crítica como sumideros de carbono y reduce la biodiversidad local. 

Dos opciones para las SbN: regeneración natural o restauración artificial. Ambas son económicas (sobre todo si se aplican a escala), pero requieren conocimientos técnicos y viveros adecuados. La elección de las opciones depende principalmente del estado actual.

La restauración artificial se ha aplicado ampliamente, a menudo con la contribución de voluntarios de la comunidad. Este proceso se prolonga durante varios años e incluye el desarrollo de viveros, el cercado/protección, la replantación (las tasas iniciales de supervivencia de las plantas suelen estar por debajo del 50%) y el monitoreo sostenido y la participación de la comunidad. 


COMPRENDER LOS MANGLARES

Los manglares crecen a lo largo de las costas tropicales y subtropicales dentro de las latitudes de 32° Norte y 38° Sur. Hay dos grupos distintos: el grupo occidental, que va desde el Pacífico oriental hasta la costa occidental africana, y el grupo oriental, que va desde la costa oriental de África hasta el Pacífico central. El grupo oriental es mucho más diverso, con cinco veces más especies que el grupo occidental. Solo existen tres géneros de especies en ambos grupos (Acrostichum, Avicennia, Rhizophora).

La mayoría de los bosques de manglares están estructurados en zonas paralelas a la costa. Cada una de estas zonas suele tener una especie de mangle dominante (a veces solo una). Esta distribución de las especies de manglares se debe a los distintos niveles de factores ambientales en la zona intermareal. Esto incluye la salinidad, el nivel y la frecuencia de las inundaciones, el flujo de las mareas y la disponibilidad de nutrientes, entre otros (vea el gráfico A3.1 abajo).

Los manglares desempeñan un papel importante como hábitats y zonas de cría para peces, aves y otra vida silvestre, y sustentan ecosistemas relacionados, como las praderas marinas y los arrecifes de coral. Los manglares son excelentes captadores de carbono que almacenan inclusive mucho más que los bosques terrestres, sobre todo bajo tierra. A pesar de su gran importancia medioambiental, protectora, económica y cultural, la extensión de los manglares en el mundo ha sufrido un fuerte descenso.

Como todos los ecosistemas, los manglares son dinámicos y se regeneran, se achican, se expanden o se desplazan con el tiempo, en respuesta a las condiciones ambientales. Sus propágulos (semillas) caen al agua cuando están maduros y se convierten en nuevas plantas, siempre que acaben en suelo fértil. 



Disposición típica de un vivero.

Manglares