Las dunas costeras actúan como barrera contra las olas entrantes y desvían el viento y la niebla salina. La presencia de un sistema de dunas estable proporciona un mecanismo de defensa natural contra la inundación de las olas y la erosión. Sin embargo, las dunas son ecosistemas dinámicos, con cambios naturales que se producen durante las tormentas.

En su estado natural, una playa está respaldada por una duna frontal y otra posterior. La cubierta vegetal es una parte importante del sistema de dunas, ya que reduce la velocidad del viento y favorece la acumulación de arena arrastrada por el viento. La duna frontal suele estar más consolidada y ser más persistente a pesar de haber recibido el impacto natural de las olas del temporal.

COMPRENDER LAS DUNAS

Las dunas costeras suelen representar la última línea de defensa contra la erosión oceánica. Las dunas actúan como barrera contra inundaciones y desvían el viento y la niebla salina. La presencia de un sistema de dunas estable proporciona un mecanismo de defensa natural contra el ataque de las olas y la erosión. Sin embargo, las dunas también son un sistema dinámico en el que se producen cambios naturales, normalmente durante los episodios de tormentas, cuando un gran movimiento de arena provoca la erosión de la playa, la exposición de los sustratos y la inundación. Estos eventos pueden ser bastante extremos, pero hay que reconocer que se producen de forma natural. Las dunas frontales intactas pueden mitigar el impacto en términos de pérdidas iniciadas por la erosión.

En su estado natural, muchas playas incluyen una duna delantera (la más cercana al mar) y dunas traseras (tierra adentro de la duna delantera). En muchos lugares, también hay una duna delantera incipiente formada por arena arrastrada por el viento y colonizada por hierbas y plantas rastreras.

La cubierta vegetal es una parte importante del sistema de dunas, ya que reduce la velocidad del viento y favorece la acumulación de arena arrastrada por el viento (vea el gráfico A6.1 abajo).

Aunque las dunas delanteras tienden a ser los componentes más establecidos y persistentes del sistema de dunas, su estabilidad, forma y tamaño están controlados por la cubierta vegetal. Los arbustos leñosos son comunes en el lado del mar, mientras que los árboles más grandes son comunes tierra adentro. Las especies vegetales varían según el lugar y el contexto.

Sin el efecto estabilizador de la vegetación, y a través de varios factores adversos (introducción de malezas, actividad humana, olas de tormenta, sequía e incluso incendios provocados por rayos), el movimiento de la arena puede cubrir progresivamente los entornos naturales y edificados. Muchas dunas se ven afectadas por el desarrollo, que inhibe los flujos naturales de la arena y el sistema de dunas. 

Cuando se construyen edificios sobre la duna delantera, existe un gran riesgo de que la acción de las tormentas y las olas socave el área. En los casos en los que se han construido diques ante la duna frontal hacia el mar, la arena detrás de la duna trasera se separa del sistema. Esto puede provocar una erosión importante, hasta la pérdida total de la arena de la playa (Chan, H.T. y Baba, S., 2009:5).